domingo, 10 de mayo de 2009

SEGUNDA PARTE. EL TRABAJO COLECTIVO A TRAVÉS DE LAS INDUSTRIAS. 1. Los transportes.


Acta de incautación de los Caminos de Hierro. 

En la población de Manresa, a veinticuatro de julio de mil novecientos treinta y seis, reunidas las organizaciones sindicales Federación Nacional de la Industria Ferroviaria, afecta a la Confederación Nacional del Trabajo, y el Sindicato Nacional Ferroviario, afecto a la Unión General de Trabajadores, de acuerdo, en nombre y representación del personal de la Compañía General de Ferrocarriles Catalanes, líneas Barcelona-Manresa, Martorell-Igualada, Manresa-Olván, Olván-Guardiola, Manresa-Súria y Bordeta a Puerto, toman el acuerdo unánime de proceder a la incautación práctica y oficial de todos los servicios y dependencias de las mismas, asumiendo por consiguiente, desde este momento, la total responsabilidad para la administración, dirección y normalización de los servicios de las antes citadas líneas. 

Lo que se acuerda también poner en conocimiento del Comité de Relaciones de la FNIF y al Comité Ejecutivo de la 9.ª zona del SNF como asimismo al Comité Regional Revolucionario Antifascista y al Gobierno de la Generalitat, a los efectos consiguientes. 

(Es copia del original, el cuál se halla debidamente firmado y sellado por las respectivas organizaciones.)

CNT FERROCARRILES CATALANES UGT

A todo el personal 

Para conocimiento y satisfacción de todos los compañeros, a continuación nos es grato reproducir íntegramente el documento que, a fin de afianzar el hecho de la incautación de lo que fue Compañía General de Ferrocarriles Catalanes, con las máximas garantías de carácter legal, fue extendido y firmado por nosotros y la Generalitat de Catalunya el día 27 del corriente. 

En la ciudad de Barcelona, el día veintiocho de julio de mil novecientos treinta y seis, la Federación Nacional de la Industria Ferroviaria, adherida a la Confederación Nacional del Trabajo, y el Sindicato Nacional Ferroviario, adherido a la Unión General de Trabajadores, habiéndose incautado de todo el material que constituye la explotación de la Compañía General de Ferrocarriles Catalanes, líneas de Barcelona, Martorell y Manresa; Manresa, Olván y Guardiola; Martorell a Igualada, Manresa a Súria, y Bordeta al Puerto, como asimismo habiéndose hecho cargo de la prestación de los servicios correspondientes a las mismas, tanto en la parte técnica como en la comercial y administrativa, lo ponen en conocimiento de la Generalitat de Catalunya, la cual, al darse por notificada, no tiene nada a objetar y acepta el hecho de la incautación en las siguientes condiciones: 

A) Del material, tanto móvil como de todas clases, que constituye la explotación de los servicios mencionados, se redactará un inventario, que quedará terminado y formalizado en el plazo máximo de diez días. 

B) Se formulará un estado de cuentas referente al momento de la incautación, donde figurarán el metálico existente en caja y las demás partidas adicionales. 

C) Todo cuanto constituye el activo de las repetidas líneas que no esté comprendido en los apartados anteriores se detallará en una nota supletoria. 

D)La Generalitat de Catalunya, al aceptar dicha incautación, se reserva una intervención en la misma en la siguiente forma:

La Generalitat de Catalunya nombrará un delegado de la misma, cuya misión consistirá exclusivamente en fiscalizar la explotación y recaudación que por todos conceptos se obtenga de la misma, con el primordial objeto de que ésta esté destinada al mantenimiento de los haberes del personal y su mejoramiento, así como para satisfacer todos los gastos correspondientes de explotación y amortización, en el bien entendido que entre estas últimas no cuentan para nada las obligaciones correspondientes a los anteriores derechos de los accionistas y obligacionistas. 

E) Al propio tiempo la Generalitat de Catalunya reconoce a las mencionadas organizaciones sindicales el derecho a organizar todos los servicios, así técnicos e industriales como burocráticos, en aquella forma que se entienda más procedente, en vista al mejor éxito de la explotación, pudiendo aquél suprimir y amortizar todas aquellas plazas que crea conveniente, cualquiera que sea la clase o categoría. 

F) Asimismo la Generalitat, para contribuir al mejor éxito de la explotación de los servicios incautados, aportará todos aquellos asesoramientos y consejos que en el aspecto técnico estime procedentes, cuando le sean solicitados. 

Y para que conste se extiende la presente acta por triplicado, que firman por una parte el Honorable Consejero de Gobernación de la Generalitat de Catalunya y por otra los representantes del sindicato Nacional Ferroviario y de la Federación Nacional de la Industria Ferroviaria en la fecha "ut supra". 

Firman: 

Por la Generalitat de Catalunya: El Consejero de Gobernación, José María España. - Por la Federación Nacional de la Industria Ferroviaria: Emiliano Martínez, Antonio Casanovas, Pedro Rius, José Pericas y Eduardo Casals. - Por el Sindicato Nacional Ferroviario: Miguel Salvador, Isidro Medina, Pedro Corrons, Miguel Canals y Julio Guardiola. 

Barcelona, 31 de julio de 1.936. - El Comité Directivo



BOLETÍN CNT-FAI
Cómo se incautaron nuestros compañeros de los ferrocarriles y cómo han organizado sus servicios

El lunes día 21 los trabajadores se incautaron de las líneas del M. Z. A. y del Norte; se constituyen Comités Revolucionarios y se organiza la defensa de las estaciones con guardias de fusileros y ametralladoras. En el M. Z. A. son los compañeros del Sindicato de la CNT los primeros en llegar y enfrentarse con la tarea de la reorganización del servicio. No obstante, se da cabida en el Comité Revolucionario de la estación a la UGT en proporciones iguales. 

En el Norte también es el Sindicato de la CNT quien lleva la iniciativa de la ocupación, dando después cabida a la UGT en proporciones iguales. Aquí se procede de la siguiente manera: 

Por el telégrafo del ferrocarril se comunica a todas las estaciones que el Sindicato de la CNT se ha incautado de la Empresa. Esta noticia es recibida en todas partes con satisfacción. Se nombra un Comité de Estación de la CNT, al servicio del cual se pone la Policía y toda la dependencia. El martes se presenta la UGT, dándosele cabida en el Comité, que queda definitivamente integrado por seis camaradas, tres de cada organización y dos de enlace, uno por cada Sindicato. 

Se procede al nombramiento por circular, ratificándose las órdenes transmitidas en el primer momento, de Subcomités revolucionarios en las estaciones más importantes: Sabadell, Terrassa, Manresa, Granollers, Vic y Ripoll. Se establecen relaciones con Lleida, donde los camaradas habían constituido un Comité. 

El Comité Revolucionario de Estación asume directamente la responsabilidad de organizar el trabajo y administrar la Empresa. En España arde la hoguera de la guerra civil, y la primera medida que se adopta en el orden del trabajo es blindar dos máquinas y dos vagones en los talleres de Sant Andreu. Se trabaja con enorme celeridad. Los obreros ponen a prueba su entusiasmo, y dos días después estaba terminada esta operación. Estas dos máquinas, con sus dos vagones correspondientes, sirvieron para la primera columna que partió al frente aragonés. Ambas máquinas quedaron al servicio de la columna que opera por el lado de Huesca. La iniciativa y la realización de este hecho corresponde puramente a la CNT. 

Se destituyó a todos los jefes del servicio, comunicándoles que no se presentasen al trabajo hasta que no se les requiriese para ello. Por la línea de Sant Joan se envió una vagoneta de reconocimiento de Vic a Ripoll y de Vic a La Franquesa. A petición del Comité de Milicias se organizó un tren-hospital con furgones, en los que se montaron instalaciones eléctricas y se estamparon grandes cruces. En el interior se instalaron mesas de operaciones. En los demás vagones se instalaron cuatro camas por furgón. El tren se componía de siete unidades. 

La máquina llevaba al frente una gran Cruz Roja. El personal sanitario que debía hacerse cargo del convoy quedó tan satisfecho, que retrasó la salida del tren hasta que llegaron representaciones del gobierno, llamadas con el fin de que pudieran apreciar el trabajo voluntario de los obreros. Se constituyeron los siguientes Comités de servicio: 

Comité de Taller
Comité de Depósito y Tracción.
Comité de Personal de Trenes. 
Comité de Vías y Obras. 
Comité de Exploración. 
Comité de Maquinistas. 

Estos Comités de servicio celebran reuniones diarias a base de un delegado por Comité y uno del Comité Revolucionario. Se ha nombrado una Comisión de responsabilidades, que investiga la documentación oficial y privada de los jefes. De acuerdo con el resultado de esta investigación, se procederá a separarlos de los servicios. 

Mientras tanto, muchos de ellos prestan su colaboración en calidad de agregados técnicos a los Comités de servicio. A cargo del Comité Revolucionario de Estación corrió la organización de una guardia para la vigilancia y la protección de la estación. 

Esta tarea se llevó a cabo con todo escrúpulo y especial cuidado, habilitándose la estación y montándose una cocina para esta guardia. Una tarea importante y urgente era la de revisar las mercancías que se acumulaban en los vagones detenidos a consecuencia del movimiento fascista y de la huelga general. Se retiraron las que eran susceptibles de averiarse, haciéndose cargo de ellas el Comité de Abastos. Después de estos servicios urgentes, cumpliendo los acuerdos de la organización confederal de volver a la normalidad, se organizaron servicios cortos. Barcelona-Manresa primero, que se ha ampliado hasta Lleida. Se ha establecido un riguroso control sobre los viajeros, a quienes no se permite viajar con cantidades superiores a 200 pesetas. 

Más tarde se organizó un servicio de Barcelona a Sant Joan de las Abadesses. Progresivamente, éstos se han ido ampliando hasta llegar a la normalidad completa dentro del territorio donde la insurrección fascista ha sido vencida. 

Fuera de este territorio no circulan trenes. Los trenes de viajeros y mercancías corren hasta Tardienta, es decir, hasta el punto mismo donde operan las columnas antifascistas. La situación financiera de la Empresa puede considerarse buena en líneas generales, a pesar de la situación poco propicia para el tráfico normal de ferrocarriles. Empero, no es posible de momento determinar concretamente la relación exacta entre las entradas y las salidas. Los propósitos inmediatos y futuros serán estudiados por las asambleas de las organizaciones sindicales respectivas. 

Mientras tanto se mantiene el mismo nivel de salarios y los mismos horarios de antes del movimiento. El estado de espíritu del personal es inmejorable para emprender la reconstrucción económica colectivizada. 

Puerto de Barcelona

Las nuevas condiciones de trabajo resultantes de la conmoción que ha sufrido la ciudad de Barcelona han alcanzado también a las faenas del puerto. De ello ha resultado la supresión de intermediarios, que constituían una plaga paraistaria que medraba a costa del esfuerzo de los trabajadores. Los intermediarios contrataban la carga y descarga de barcos, reservándose, naturalmente, la parte del león de las cantidades recibidas de los armadores, navieros y consignatarios. 

El intermediario organizaba los equipos obreros. Para dar una idea de los beneficios que se reservaba esta plaga inútil, basta consignar que en el algodón y en los huevos, mercancías de las mejor retribuidas, sus beneficios llegaban a 200 pesetas por día y por mano. La mano comprende once hombres a bordo y cinco en tierra. En algunos barcos se organizaban cuatro y cinco de estos equipos. 

Quiere decir que, en estas ocasiones, el beneficio que detentaban bonitamente, sin otro trabajo que el de contratar personal, llegaba a las mil pesetas diarias. Esta es la categoría parasitaria que acaba de ser barrida del puerto de Barcelona para dar lugar al contrato directo entre los armadores, navieros y consignatarios. 

Y no se considere el reconocimiento de estos últimos como una concesión hecha al capitalismo, sino más bien como un resultado de la imposibilidad material de tratar directamente el sindicato con las casas exportadoras que tienen su sede en otras ciudades de España y en otras naciones del mundo. El consignatario, por ejemplo, es el representante en el puerto de Barcelona de empresas extranjeras y con él hay que entenderse necesariamente. Pero ahora es el sindicato quiien contrata el trabajo y no los intermediarios que hacían de este contrato la fuente de un verdadero pillaje. 

La Junta Administrativa percibirá las cantidades por carga y descarga de acuerdo con las tarifas vigentes, organizará los equipos de obreros y pagará los jornales. 

Los armadores, navieros y consignatarios no reconocerán otra entidad que el Sindicato Único del Transporte de la CNT. Con este hecho, la Confederación, además de dar un gran paso hacia la socialización de las riquezas, impone su control de manera absoluta. 

En el contrato concertado entre las representaciones de armadores y consignatarios y el Sindicato, se establecen, entre otro puntos, los siguientes: 

1.º Se comprometen los armadores, navieros y consignatarios abajo firmantes que para efectuar toda clase de operación de carga, descarga, estiba y desestiba de buques, así como la entrega de mercancías al receptor y recepción de las mismas para su embarque, en reconocer sola y exclusivamente a los obreros del Sindicato Único del Ramo del Transporte, Sección Puerto, subsección de a bordo, con arreglo a las tarifas que rigen en la actualidad, aprobadas por la Cámara de Comercio y Navegación, incluyendo en las expresadas tarifas las cantidades a que hacen referencia los artículos cuarto y noveno. 

2.º En principio se nombrará una Junta Administrativa, la cual tendrá a su cargo examinar y comprobar la liquidación definitiva, precisamente al final de cada operación, que cada consignatario vendrá obligado a enviar a esta junta. 

3.º Antes de principiar el trabajo a bordo u otra clase de operación, vendrá obligado el consignatario a enviar a la Junta Administrativa una copia de la licencia de alijo o del manifiesto, y en último caso del sobordo. 

4.º Queda convenido que en concepto de seguros de accidentes de trabajo se cobrará en todas las mercancías y clases de navegación cincuenta céntimos por tonelada. 

5.º De las cantidades estipuladas con destino a paro forzoso, continuarán cobrándose a cuarenta y setenta y cinco céntimos por tonelada, según mercancía, en virtud del acuerdo del 7 de julio de 1.936. El documento contiene 19 largos artículos. Entre otros, se establece la jornada de siete horas, que se trabajarán de ocho a doce de la mañana y de dos a cinco de la tarde. No se reconocen las horas extraordinarias. Este contrato colectivo permitirá conocer con facilidad el movimiento del puerto de Barcelona: entrada y salida de barcos, tonelaje y clases de mercancías, etc., ya que el control reside por entero en manos del Sindicato del Transporte. 

Compañía Transatlántica

La Compañía Transatlántica, que un día fue la más potente de las empresas navieras españolas e internacionales, había perdido durante estos últimos años la hegemonía de las rutas marítimas, porque los gobiernos le habían seccionado las subvenciones, disminuyéndolas al mínimo. La situación de interinidad en que se encontraba la Compañía el día 18 de julio, influyó en el ánimo de los trabajadores de la misma a hacerse cargo de los servicios de la Central de Barcelona. El día 27 los empleados de las agencias marítimas afiliados a la UGT se personaron en las oficinas y dieron conocimiento a la Generalitat de que se incautaban de la Compañía. Las grandes dificultades económicas indicaron la conveniencia de que la incautación se transformara en intervención, cuando los compañeros de la CNT se personaron a formar parte de los Comités. El Comité Central quedó formado de la siguiente forma: tres compañeros de la UGT (agencias marítimas); un subalterno, UGT, y dos delegados de la Generalitat, uno por Madrid y otro por Barcelona. Lo que compete a organización y administración, es el Comité (excluidos los delegados oficiales) quien dispone la marcha que debe darse al servicio. Hecho el arqueo de fondos, fueron halladas 63.000 pesetas en caja y otras pequeñas cantidades en moneda extranjera. En los bancos de la localidad la Compañía tenía un saldo a favor de un millón aproximadamente, para pago de nóminas y anticipos de nóminas a proveedores, como el Vulcano y la Maquinista. Hay además un remanente, también en los Bancos, de 1.700.000 pesetas, colocadas a intereses de plazo fijo, que vencen en períodos que oscilan entre uno y tres meses. 

La Compañía tiene en la actualidad seis buques en activo, con un tonelaje total de 100.000 toneladas aproximadamente. Ninguno de estos buques se halla en poder de las fuerzas fascistas. En el momento en que la organización acordó la vuelta al trabajo, los comités se preocuparon de poner en marcha el servicio regular de antes del movimiento. 

A tal efecto, prepararon un viaje a Centro América con el "Comillas" y otro a Nueva York con el "Habana". Posteriormente, el Comité de Milícies acordó habilitar el "Comillas" como buque-hospital. Hechas las reformas necesarias, salió el día 8 del corriente en dirección a Mahón para dejar allí el personal sanitario e intervenir en la toma de Mallorca, cuando se realizase. La Compañía Transatlántica nunca excluyó de sus buques a los clérigos ni la pompa religiosa. Fue dispuesto, inmediatamente después de la incautación, el desembarco de todos los curas, a los que se les pagó sus jornales hasta el día 18, quedando despedidos; acuerdo que se cursó por mediación de los capitanes de los buques. 

Entre el personal que ha dejado de prestar sus servicios está el siguiente: Monturiol, con 47.700 pesetas anuales, administrador gerente; Ferrer, con 32.850 pesetas anuales, subadministrador; Galilea, con 13.500 pesetas anuales, secretario; Serra, con 16.875 pesetas anuales, contador; García Luis, con 13.500 pesetas anuales, vicesecretario; Pérez Carpió con 5.040 pesetas anuales, secretario de Güell, que no se presentaba nunca al trabajo. Hay además el proyecto de destituir a todo el Consejo de Administración, así como a la Comisión delegada compuesta por los miembros del citado Consejo y que tenía asignadas grandes prebendas entre sueldos y comisiones. El total de lo economizado hasta la actual fecha es de 262.300 pesetas anuales. 

El resto del personal ha quedado en las condiciones anteriores de trabajo, excluida la labor de jefe, que ha pasado a ser la de asesor técnico, sin ningún poder ejecutivo más que cuando emane de los comités. Como en el resto de las empresas incautadas o intervenidas, el personal técnico sin excepción se ha prestado a colaborar con los trabajadores erigidos en rectores de la economía. Como sea que en este mes hay que hacer efectivas 400.000 pesetas por seguros de los buques, el Comité Central ha recabado de Madrid el apoyo financiero. El director de Navegación ha contestado con evasivas a las reiteradas peticiones de los comités, y, finalmente, ha comunicado, para salvar su responsabilidad, que las oficinas de las empresas navieras en la capital de la República han sido intervenidas por la Alianza de Federaciones Marítimas. 

Además, el Gobierno ha nombrado director de la Compañía a un diputado socialista. El Comité tiene el propósito de trasladarle en comisión a València (una representación del mismo) con el fin de buscar una solución satisfactoria a este problema, que impediría prestar normalmente los servicios, ya que, según manifestaciones de un compañero del mismo, no se atreverían a permitir la salida de un buque sin antes satisfacer la prima de seguro, puesto que en caso de accidente no podrían hacer frente a la situación de pensiones que deberían pagar a los familiares de las víctimas que el hundimiento de uno de ellos podría ocasionar, y que esta responsabilidad no están dispuestos a correrla. Dentro de las posibilidades, ya que la guerra civil requiere al Comité por mediación del de Guerra para poner en servicio algunos de los buques de la Compañía, como son el "Uruguay", "Argentina", para cárceles, "Comillas" para hospital, etc., los trabajadores de la Transatlántica procurarán normalizar los servicios en el más breve plazo posible. 

El personal represaliado por las Compañías con motivo de conflictos sociales va ingresando a medida que los servicios lo requieren, así como también el que, por incompatibilidad con los Consejos directivos, había sido despedido. Un setenta u ochenta por ciento de los trabajadores enrolados en la Compañía pertenecen a nuestra CNT. Los antiguos comités de a bordo continúan desempeñando sus funciones como comités técnicos, supeditados al Comité Central. Hay el propósito de celebrar una asamblea general para refrendar o cambiar a los Comités. La nómina mensual asciende a unas 450.000 pesetas aproximadamente. Una cifra exacta no puede darse, puesto que los  capitanes de los buques llevan una contabilidad que aumenta o disminuye según los puertos en que deben tocar y las escalas que deban hacer los barcos. El próximo mes deberán atenerse a los resultados de las gestiones que la comisión de que hemos hablado pueda realizar en Madrid, con el fin de recabar el apoyo del Gobierno y de la Alianza de Federaciones Marítimas. Una de las tareas que han sido emprendidas y que darán mucho trabajo, sobre todo a la metalurgia y la carpintería, es la de saneamiento de los compartimientos del personal, que hasta la fecha no había podido ser conseguido a pesar de cuantas huelgas y protestas habían hecho los trabajadores. La jornada de trabajo en el puerto de Barcelona ha quedado reducida a 40 horas semanales. No así la de los buques, en donde el personal no ha querido disminuirla y por acuerdo totalitario se trabajan 48. Igualmente han quedado en estudio los aumentos de salarios, no cobrando los trabajadores ningún aumento, ni siquiera el del 15 por 100 que el decreto de la Generalitat confería. 

La labor de la CNT ha mejorado el servicio de tranvías de Barcelona. 

Con las armas en la mano

La mañana del día 24 de julio, cuando en las calles de Barcelona defendía el pueblo con las armas en la mano sus más caros ideales, varios compañeros de la CNT abandonaron unos instantes sus puestos avanzados en la lucha, por orden de la Organización, y se trasladaron en un camión blindado a las oficinas de la Compañía de Tranvías, donde se incautaron de la industria en cumplimiento de un acuerdo del Sindicato Único del Ramo del Transporte. 

Y aún sonaban en las calles las descargas de fusilería, como el preludio de una aurora de libertad, cuando nuestros compañeros, que ignoraban con qué clase y número de elementos habían de habérselas en el local donde estaban instaladas las oficinas, se presentaron allí. Se hallaban en él un cabo de la guardia civil y cuatro números, a los que bastó una actitud firme y entera de nuestros camaradas para que se retirasen discretamente de aquel lugar. 

Y minutos después, el piso principal del edificio, con los suntuosos despachos del desaparecido Consejo de Administración, ofrecía a los trabajadores de la CNT el campo donde desarrollar su inteligencia y sus iniciativas al servicio de una revolución iniciada. 

Un acto de humanidad

Al recorrer de los despachos encontraron nuestros camaradas, en uno de ellos, a un abogado fascista, único miembro que quedaba del antiguo Consejo de Administración. Más muerto que vivo, el infeliz letrado manifestó que ignoraba el paradero de los demás componentes del Consejo. Tartamudeando pudo expresar que le habían dejado solo y sin orientación alguna, y entonces nuestros compañeros, poseídos de esa humanidad y nobleza que ha sido pagada más tarde con los hechos vandálicos de unos militares desalmados, le autorizaron para que se ausentara de aquel lugar, no obstante haber sido el abogadote uno de los que más daño habían causado a la clase trabajadora. 

No hay dinero. -Sueldos elevados y gastos secretos

Al llegar el Comité de incautación al departamento de Caja, se encontró con que en ésta no había dinero. ¿Por qué? Fue fácil averiguarlo. Pocos días antes de procederse a la incautación los magnates que regentaban los trabajos se habían llevado consigo las cantidades que les había parecido conveniente. Un tal Nadal, 32.000 pesetas; un tal Veiga, 28.000 pesetas; Víctor Mesa, presidente del Consejo de Administración, 35.000. Y así hasta justificar una interminable lista que aparecía en el libro de caja. Otros libros y muchos documentos ofrecieron más tarde pruebas evidentes de que la pandilla de desaprensivos que formaba el Consejo de Dirección se había adjudicado sueldos inverosímiles. El director cobraba 11.000 pesetas mensuales, y a este tenor seguían sus secuaces. Todos unían a estos sueldos las continuas extracciones del fondo para gastos secretos. 

En la documentación correspondiente a este fondo se han encontrado facturas de grandes banquetes, justificantes de cantidades pagadas a policías y confidentes por encarcelar y asesinar trabajadores y otros detalles reveladores de la máxima inmoralidad que presidía los actos de los apolillados dirigentes. 

El material inservible, causa de graves accidentes

Todos nuestros lectores lo recuerdan, seguramente. El estado de los rieles en aquella época, era, sencillamente, lamentable. Muchos de ellos estaban inservibles, hasta el punto de que no se concibe cómo a diario no ocurrían serias catástrofes. Los Talleres Generales habían sido desprovistos de su mejor maquinaria; los tranvías deshechos y muchos de ellos sin motores, y el material para reparaciones era de tan baja calidad que al examinarlo pudo comprobarse la causa de tantos choques y atropellos diarios. Únicamente había una cosa buena: los despachos de los consejeros, en los que un lujo fantástico ponía de manifiesto que aquellos departamentos servían más para solaz y recreo que para trabajos prácticos. 

Comienza la actuación de la CNT. Dificultades vencidas

Había que ordenar aquel desbarajuste y lanzar a la calle el servicio de tranvías. A las dificultades del material se unía el hecho revolucionario de haberse levantado en las calles de Barcelona numerosas barricadas, que inutilizaban las vías y el de haberse derribado muchos soportes del cable aéreo. Éste aparecía cortado en diferentes lugares de la población. Pero los trabajadores de la CNT no se arredraron ante la perspectiva de una labor intensa y penosa. Puesta la fe en sus ideales y la voluntad en el logro del fin propuesto, empezaron a ofrecerse espontáneamente y a diario para arreglar los desperfectos. 

No había horas, ni misiones determinadas, ni especialización de trabajos. Todos a una y en un esfuerzo ininterrumpido demostraron en pocas horas al pueblo de Barcelona, de España y del mundo entero, que los trabajadores son capaces de administrarse por sí mismos sin amos déspotas ni cabos de vara. 

A los tres días justos de la incautación, el pueblo barcelonés exteriorizaba su simpatía hacia los obreros al paso de los primeros tranvías que circularon por la ciudad. 

Mejoras en el servicio y rebajas en los trayectos

- Y hoy - preguntamos a un camarada de los que constituyen el Comité de Control-, ¿se han logrado mejoras en el servicio?

- El servicio -nos responde- se ha mejorado en un 25 por 100. 

- ¿Y se han podido efectuar rebajas en algunos trayectos?

- En los de las líneas 37 y 38 ha habido una rebaja de un 40 por 100. Se ha suprimido, además, el billete nocturno, que aumentaba en cinco céntimos el precio ordinario, y hay en estudio una rebaja general que permitirá la creación de un billete económico para los trabajadores, de cuatro a ocho de la mañana, y de seis a ocho de la tarde. Se estudia, asimismo, el billete único o el 40 por 100 de rebaja en el billete ordinario. 

Los jornales de los trabajadores en la actualidad  

Seguimos informándonos, gracias a la amabilidad de nuestro camarada del Comité de Control. 

- ¿Han sido aumentados los jornales de los trabajadores?

- Se ha aumentado en un 35 por 100 el jornal de los que ganaban menos, y luego, en las proporciones correspondientes de cuantía, ha habido aumentos en un 20, en un 15 y en un 10 por 100. 

- ¿Ha habido aumento en los ingresos?

- Se ha aumentado un 25 por 100 en los ingresos, y en un 200 por 100 en la producción. 

- ¿Proyectos? 

- Tenemos en práctica el de la renovación total de todas las vías en malas condiciones. Además, debido a que nuestra obra no debe tener nunca fin, ya que hay nuevos horizontes en el trabajo, se estudian proyectos para dar amplitud al transporte urbano, en beneficio de los tranvías, de la organización y del pueblo en general. Asimismo, se estudia -y ésta será la piedra fundamental de nuestra labor, por ahora- la implantación del billete único en la localidad. Contamos con grandes ventajas para la realización de nuestros propósitos, una de ellas -la principal- es que todos los trabajadores de la colectividad se han dado cuenta de la transformación que se efectúa y rinden el máximo de trabajo, porque saben que es para ellos el resultado. El empeño del Comité de Control es el logro de un buen servicio y de unas tarifas mínimas, y que nuestra obra sea lo más práctica posible. 

- ¿Y en cuanto a modelos de coches?

- Ahora hay ocho distintos en circulación; pero vamos tras el modelo único. Para esto ha sido preciso vencer dificultades de importación de material extranjero. Antes, se importaba un 85 por 100, y hoy, debido a que hemos descubierto los medios de conseguir en España las materias, sólo se importa un 10 o un 15 por 100. 

- ¿Ha aumentado el número de trabajadores en los tranvías?

- Al incautarnos de la industria, había 3.100 trabajadores; hoy, 3.800. Estos 700 nuevos colaboradores han entrado con los mismos derechos y las mismas obligaciones que los antiguos. 

- ¿Y en cuanto al orden administrativo...?

- Se ha simplificado, y el personal técnico y de oficina hoy rinde el máximo de trabajo, merced a esta simplificación, ya que ha desaparecido el lujo burocrático. No se ha despedido a nadie. Al hacernos cargo de la industria, reunimos a todo el personal técnico y administrativo y le hicimos saber que todo el que estuviera dispuesto a coadyuvar a nuestra obra, sería recibido con los brazos abiertos y se le conservaría en su plaza. Todos han respondido admirablemente a nuestro llamamiento, y hoy -termina diciendo nuestro interlocutor-, sin trabas ni nubes en el horizonte, marchamos cara a nuestras aspiraciones, que son las de la organización y, por tanto, las del pueblo. 

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