sábado, 16 de mayo de 2009

ÍNDICE







I. Empresas colectivizadas
II. De los Consejos de Empresa.
III. De los Comités de Control en las empresas privadas. 
IV. De los Consejos Generales de Industria.
V. De las Agrupaciones de Industrias.
VI. Obligaciones industriales. 




- Acta de incautación de los Caminos de Hierro de Catalunya.

- Ferrocarriles Catalanes.

- Boletín CNT-FAI. Cómo se incautaron nuestros compañeros de los ferrocarriles y cómo han organizado sus servicios. 

- Puerto de Barcelona. 

- Compañía Transatlántica. 

- La labor de la CNT ha mejorado el servicio de tranvías de Barcelona. 


- Estructura de la industria textil. 

- "Rapport" del Sindicato Único de Barcelona. 

- Estructura de las organizaciones colectivas en la industrial textil. 

- Comités locales de industria. 

- Zonas. 

- Comité Regional de la Industria Textil. 

- Potestad de la organización confederal con respecto a la colectivización de la industria textil. 

- La "España Industrial". "Rapport" sobre la actuación del Comité Central de la Industria (25 de octubre de 1.936). 


- Talleres de la Hispano-Suiza. 

- La industria del vidrio óptico ha nacido de la revolución. 

- La CAMPSA de Catalunya, colectivizada. 


- "De la panza sale la danza". 

- Industrias básicas de la alimentación. 

- El conflicto del trigo fue previsto por la CNT.

- El aceite secreto de algunos militares fascistas. 

- El consumo de leche. 

- Los derivados del azúcar. 

- Cómo realiza el abastecimiento de carne. 

- La ayuda a la guerra del Sindicato. 

- Estructuración económica colectivizaciones. 


- LUZ Y FUERZA

- El papel de los Sindicatos en la dirección y administración obrera de las industrias colectivizadas. 

- Consejo General de las Industrias del Agua, Gas y Electricidad. 

- La transformación de la Sociedad General de Aguas de Barcelona en Sindicato Obrero de Aguas. 


- Las barberías antes del 19 de julio. 

- Afeitar a 0,15 y 0,25 cortar el cabello. 

- Las peluquerías "bien". 

- Colectivización del ramo de Peluquería. 

- Nueva organización. 

- Nuestros jornales. 

- Nuestro propósito. 

- Extracto de la conferencia pronunciada por el Camarada Juan Papiol, del Sindicato Único de Barberos, ante el micrófono de radio ECN


- Resoluciones de la Asamblea Plenaria de los Trabajadores de la Tierra de Catalunya. 

- Reglamento de la sección de trabajo colectivo del Sindicato de Valls. 

- Plan de organización de la riqueza agrícola agropecuaria e industrial de Sollana. 



- Panorama de fábricas. 

- En la fábrica "Terrassa Industrial". 

- La granja comunal "Sol y Vida"

- El diario "Vida Nueva".

- La obra de socialización. 

- La luz donde hubo tinieblas. 

- Luchadores en el frente. 


- Las huellas del pasado. 

- Las aspiraciones del proletariado. 

- Proyectos de urbanización. 

- Incautaciones y munipalizaciones. 

- Labor para la guerra. 

- Labor cultural. 

- Unos curas que destruyen iglesias. 


- Lo que puede la voluntad. 

- La colectividad de los albañiles. 

- Los panaderos en colectividad. 

- Las demás colectivizaciones de la localidad. 

- El municipio y sus actividades. 

- La simpatía popular por la emancipación. 


- El problema del abastecimiento. 

- Un tesoro artístico. 

- Capacidad económica local. 

- Ayudando a la revolución. 


- Mirada retrospectiva a Manufacturas Sedó. 

- La fábrica Sedó en la actualidad. 

- Mejoras locales. 

- Sinceridad y desinterés. 

- Un cura y unas monjas que supieron dignificarse. 


- Industria y comercio. 

- La obra cultural del municipio. 

- Una fábrica de milagros. 


- El esfuerzo de los campesinos. 

- El ramo textil. 

- Pequeña charla con los albañiles. 

- Proyectos del municipio. 

- Otras colectivizaciones. 


- La práctica federalista. La casa Pirelli. 

- Labor agrícola. 

- Los pescadores. 

- Cementos Griffi. 

- Acción Solidaria. 

- Otras actividades municipales. 


- Orillas del Ebro.

- El trabajador cotidiano. 

- El impulso cultural. 

- El apoyo a la revolución. 

- El abastecimiento de la población. 

- Labor de urbanización. 

- La obra realizada y la prevista en el Municipio. 


- Pueblos y ciudades. 

- Ambiente social. 

- El tributo de guerra. 

- La campaña cultural. 

- La lección del trabajo. 


- Lo que fue odioso lugar de explotación obrera. 

- La nueva organización del trabajo. 

- Tarea cultural. 

- Solidaridad revolucionaria. 

- El municipio, eje de la economía local. 



- Un pueblo ejemplar por la bondad de sus sentimientos. 

- Hablando con el Comité del Pueblo. 

- Lécera fue siempre un pueblo profundamente liberal. 

- En el depósito de Abastos. 



3.- MEMBRILLA.


En el país rocoso de la Mancha, al sudeste de Ciudad Real, se encuentra Membrilla. En casuchas miserables, los habitantes pobres de una provincia pobre; 8.000 habitantes, pero las calles no están asfaltadas; el pueblo no tiene periódico, ni cinema, ni café, ni biblioteca. En contra, poseía muchas iglesias, que han sido quemadas. 

El año 1.920 algunos obreros fundaron el Sindicato de la CNT. Los militantes sufrían persecuciones continuas; la organización, incluso fue disuelta durante la dictadura primorriverista. La República restableció, en primer lugar, las libertades políticas, pero la vida económica no experimentó mejoras, y el pueblo quedó tan pobre como antes. Cinco años pasaron así, sin que la vida social hubiera cambiado. En el momento del levantamiento militar, el 19 de julio, había siete guardias civiles y algunas docenas de fascistas en Membrilla. La clase media campesina, organizada en una asociación católica de mutua ayuda, tenía tres millones de deudas en los bancos. El 22 de julio, los grandes propietarios fueron expropiados, la pequeña propiedad disuelta y toda la tierra pasó a la comunidad. Los pequeños propietarios reconocieron todas estas medidas que les desembarazaban de sus deudas y de sus preocupaciones concernientes a los salarios. 

La caja comunal estaba vacía. En la propiedad privada se encontraron un total de 30.000 pesetas, que fueron requisadas. Se distribuyen equitativamente todos los alimentos, vestiduras, útilies, etc., a la población. El dinero fue abolido, el trabajo colectivizado, los bienes pasaron a la comunidad, el consumo fue socializado. Sin embargo, esto no fue una socialización de riquezas, fue la de la pobreza. Que los adversarios del comunismo libertario se den cuenta: se distribuyó todo aquello que se encontró en abundancia, solamente se racionaron los productos escasos. 

El trabajo continúa como antes. Los talleres trabajan ocho horas por día; en los campos, el trabajo varía según las estaciones. El Consejo de la comunidad está compuesto por quince miembros, de los cuales diez son de la CNT y cinco de Izquierda Republicana. Cuatro comités dirigen la vida de la comunidad. 

Uno para el aprovisionamiento de la sociedad (Abastos); otro para la defensa; un tercero para la agricultura y el cuarto para la habitación. Los alimentos y artículos de uso corriente, son distribuidos en cuatro locales. 

La Comisión de aprovisionamiento se encarga de la compra de materias primas y de productos que no son fabricados en la localidad. No hay más comercio al detalle; es el reino del comunismo libertario. La farmacia es regentada por su antiguo propietario, cuyos beneficios son controlados por la comunidad. 

Los miembros de la Comuna reciben los productos locales gratuitamente; son distribuidos como en una gran familia. Se han enviado muchas cosas a Madrid, pero actualmente la comunidad debe racionarse. Semanalmente se distribuyen tres litros de vino por persona. Alquiler, electricidad, agua, cuidados médicos y medicinas son gratuitos. La consulta de un médico especialista fuera de la comunidad, es pagada por el Comité, si es necesario. Estaba de visita cerca del secretario, cuando vino una mujer que deseaba partir a Ciudad Real y consultar un especialista para su mal de estómago. Sin tergiversaciones burocráticas, recibió inmediatamente el importe de su viaje. 

La producción local de cereales basta solamente para nueve meses del año. Hoy día esta proporción es todavía menor, pues deben alimentarse gran número de refugiados de Andalucía. En Membrilla ejercen tres médicos, de los cuales uno es miembro de la CNT. 

Desde hace algunas semanas, la iglesia está ocupada por los soldados. En consecuencia, los niños están privados de clase. Para amortiguar hasta cierto punto esta deficiencia, ha sido creada una escuela de dibujo, gracias a la iniciativa de un camarada; los resultados, después de cuatro meses, son sorprendentes. 

Bonos de compra de cinco y veinticinco céntimos, permiten a todo el mundo comprar lo que le parezca, aparte de los productos de primera necesidad, que se distribuyen. 

Todos reciben cincuenta céntimos diarios. Un kilo de arroz vale una peseta, el de azúcar 2,50; un litro de aceite, 1,50. Cada familia tiene una tarjeta en la cual se anotan los productos y artículos recibidos cada mes. 

El presidente del Comité de Aprovisionamiento, un viejo republicano de izquierda, se acomoda muy bien a esta situación de hecho, y ayuda con toda su energía a la construcción del comunismo libertario. 

Un establecimiento de calzado emplea siete hombres, doce mujeres y tres niños, de 11, 13 y 14 años, respectivamente. Nadie está asalariado y todos dan la impresión de un profundo bienestar. El padre del chico de 13 años, está orgulloso de ver aprender un oficio a su hijo. 

La comunidad posee 3.200.000 litros de vino, de un valor de un millón de pesetas, pero les faltan tejidos para vestidos. Si consiguen vender el vino, comprarán telas o utillaje. 

En octubre de 1.926, algunos pequeños propietarios formaron una organización de la UGT; ella cuenta hoy día con 100 miembros. Los adversarios del nuevo régimen se organizan en la UGT, especialmente los antiguos propietarios, que quieren recobrar sus antiguas propiedades privadas. 

El Sindicato de la CNT tiene 900 miembros. No pagan cotización, puesto que el dinero no circula. 

No había biblioteca en Membrilla. Ahora el Sindicato ha comprado libros por valor de 1.000 pesetas e instala una biblioteca pública. 

Todo el pueblo vive, pues, como en una gran familia; los funcionarios, delegados, secretarios de sindicatos, miembros del Consejo Municipal elegidos, obran como padres de familia. Pero padres que son controlados, pues no se toleraría la protección o la corrupción. 

Membrilla es, quizá, el pueblo más pobre de España, pero el más justo. 

viernes, 15 de mayo de 2009

2. FRAGA


Otro pequeño pueblo, desprovisto de riquezas y confort. A la entrada de la carretera Barcelona-Zaragoza-Madrid, en el país aragonés, en la pendiente de una de esas colinas que se encuentran en toda esta región, Fraga, pueblecito de 9.000 habitantes, centro de una provincia de Aragón, da la impresión de una gran ciudad de calles mal empedradas, de viejas y pobres casucas. De estas casucas salen obreros sencillos, simpáticos; las calles están llenas de vida, el pueblo en otra ocasión inanimado, está hoy día en plena actividad. 

Y es que allí también, aquellos que siempre fueron explotados, trabajando sin descanso para morir de hambre, estos trabajadores de la tierra y de los talleres han tomado en sus manos su propio destino. Esto no fue difícil, pues apenas llegaron las primeras noticias del levantamiento militar y de la reacción del pueblo, los pocos facciosos activos que existían, desaparecieron rápidamente. Otros, en cambio, antiguos explotadores del régimen, propietarios de algunas casas o almacenes, o simpatizantes de la explotación capitalista, prefirieron quedarse y aceptar la vida nueva, introducida por los obreros del pueblo. 

Los labradores siguen todos a la CNT y la FAI. No existe ningún otro grupo en el pueblo, ni partidos políticos, ni UGT, salvo una pequeña oficina de Esquerra Catalana, en donde figuran los pequeños burgueses, apenas algunas docenas. Siguen a la CNT un millar de obreros, todos los que son conscientes de las cuestiones sociales. Una sola federación agrupa a todos los sindicatos. Eso por una razón muy simple. La casi totalidad de los habitantes de Fraga se ocupa en el trabajo agrícola. Aparte se cuentan los pocos talleres indispensables para la vida de 9.000 hombres: una herrería, un cordonero, un carpintero, etc. Estos pocos obreros de los talleres, cuya vida y todas las condiciones de trabajo están tan estrechamente ligadas a la agricultura de la región, se han juntado actualmente al Sindicato de los trabajadores agrícolas. Sin embargo, este Sindicato está muy lejos de ser la agrupación sindical tal cual se conoce en no importa qué país capitalista. 

No es únicamente sindicato en el sentido estrecho de la palabra, sino al mismo tiempo empresa colectivizada. Todos los miembros del Sindicato son miembros de una colectividad de trabajo. El resultado de su labor pasa al Sindicato, que distribuye entre todos lo que necesitan para vivir. El cuarenta por ciento de todas las tierras de la aglomeración, son explotadas por esta colectividad. El ingreso es libre, pero a aquellos que quieran trabajar sus tierras individualmente, cualquiera que haya sido la importancia de su propiedad, se les concede la justa para ser explotada por los miembros de la familia, sin ayuda de otro obrero asalariado. Una lista ingeniosa establece el número de animales que deben formar el inventario de estas familias individuales: las cifras son diferentes si se trata de las tierras más fértiles del valle o aquellas más duras de las colinas. Si se trata de campos de trigo o de jardinería (el cultivo de higos es particularmente importante en la región), todo ha sido previsto para que el reparto sea equitativo y que las condiciones sean las mismas para todos. El salario familiar forma el otro aspecto de este reparto. Si el trabajo es igual para todo el mundo, el nivel de vida no lo es menos. El producto de su propio trabajo: trigo, frutas, olivas, etc., está disponible libremente. Para el resto de sus necesidades, cada familia percibe una cantidad semanal que aumenta según el número de miembros de la familia y según el número de trabajadores adultos. 

Esta suma no se percibe en billetes del Banco de España, por la simple razón de que serían inútiles, pues no tienen ningún valor en la circulación fiduciaria del pueblo. Pequeñas fichas impresas por el Sindicato, de un valor nominal que varía entre diez céntimos y veinticinco pesetas, sirven de bonos de compra. Estas fichas solamente serán aceptadas por el peluquero, el cordonero y la oficina de distribución de los productos alimenticios, importante en la villa. 

Un viajero que quiera pernoctar o permanecer en Fraga, debe ir al Comité para cambiar su moneda de la República Española contra bonos locales. Igualmente, si un habitante quiere abandonar la ciudad, debe dirigirse también al Comité, indicando el motivo de su viaje y la suma que necesita; el Comité le cambia entonces sus bonos locales contra billetes españoles. Asimismo, si el Comité concentra así entre sus manos el comercio exterior de la villa, si vende los productos y efectúa las compras en la medida de las disponibilidades y necesidades del pueblo, no trata todos sus negocios a base de dinero. Para las necesidades más importantes, ensaya el procedimiento del cambio directo. Se cargan algunos camiones de productos locales, especialmente trigo, maíz y frutas, y se envían a las regiones que los necesitan para su consumo. 

Allí se cambian a los comités o sindicatos contra los productos que hay en abundancia y de los que se carece en Fraga. El Sindicato de Trabajadores de Fraga actúa así no solamente como organización obrera corporativa en el cuadro del trabajo colectivo, sino que es igualmente el organizador de todo el aprovisionamiento del pueblo y de todo el consumo. Pero esta Federación local de la CNT tiene otros cargos aún. Ella se ocupa de toda la administración de la villa. 

En colaboración con la Comisión de Reparto de las tierras agrícolas, cuya actividad hemos relatado más arriba, funciona otra comisión encargada de repartir equitativamente los alquileres. 

Nadie puede conservar la propiedad de varios inmuebles o más generalmente, ocupar más sitio del que le corresponde por razón de la importancia de su familia. La Comisión inspecciona prudentemente este reparto para obtener así la mayor equidad. El Sindicato se encarga asimismo de la vida cultural. Un cine, una trouppe teatral, algunas orquestas nuevamente formadas, demuestran el esfuerzo de los camaradas, eficazmente secundados por las ardientes Juventudes Libertarias, para obtener y dar a todos aquella cultura que les fue negada hasta la fecha, pese a la "República Social". Se ha formado un grupo escolar, que lleva el nombre del maestro de todos: Francisco Ferrer. 

El visitante, acogido con aquella camaradería y amistad de que son tan pródigos nuestros camaradas revolucionarios de España, va a continuar su ruta, pero antes de dejarle abandonar el pueblo, los camaradas le enseñan una de sus más recientes realizaciones. 

La primera: habiendo hecho, últimamente, una primera aparición en la región la aviación fascista -todavía lejos de Fraga-, procediese inmediatamente a tomar las medidas de precaución, garantizando la seguridad de los habitantes. En todo el pueblo se han construido refugios según los principios más modernos; anotaremos de paso que no hay ningún técnico, ningún especialista, ni en este dominio ni en los otros de Fraga; todo es obra de los propios obreros. La segunda: estos obreros, esta juventud ávida de nuevos conocimientos, han constituido una biblioteca pública. Todos han aportado sus propios libros, los pocos volúmenes que se han procurado difícilmente durante una vida de luchas ilegales; han añadido todo lo que había de algún valor en las bibliotecas de los ricachos que huyeron. Por las salas claras y agradables, conducen al visitante, entre los libros, con una satisfacción bien justificada. Fraga ha dado un buen ejemplo de la organización de una nueva vida por los sindicatos de obreros revolucionarios. 

1. LÉCERA, PUEBLO ARAGONÉS QUE VIVE EN COMUNISMO LIBERTARIO


Un pueblo ejemplar por la bondad de sus sentimientos. 

Lécera es el primer pueblo de la provincia de Zaragoza y pertenece al partido judicial de Belchite. Dista de esta población doce kilómetros. Tiene 2.400 habitantes y posee alguna industria, tal como la del yeso. Lo demás todo es agricultura, siendo sus cosechas más importantes el trigo, vino, azafrán y algunos otros cereales en menor cantidad. Lécera, que antes de la Revolución no conocía el movimiento confederal de la CNT, es un pueblo laborioso y sentimental. Por sus virtudes y comprensión, es seguro que será el espejo de otros muchos de Aragón. 

Hablando con el Comité del pueblo. 

Al llegar a las localidades hoy convertidas en campamento al servicio de las milicias, lo primero que hacemos es buscar el paradero del Comité. En el antiguo Ayuntamiento lo encontramos. El compañero Pedro Navarro Jarque, maestro nacional de Lécera, contesta a nuestras preguntas: 

- El Comité se llama Revolucionario Antifascista, compuesto por siete miembros, todos ellos del Sindicato de Oficios Varios adherido a la CNT. Tiene completa libertad de acción, sin recibir, ni de rechazo, las influencias de ningún partido político. Fuimos nombrados en asamblea y representamos el sentir unánime del pueblo. Tenemos las mismas facultades que un Ayuntamiento en el orden administrativo e interno de la población. 

Hay un Consejo de Administración local, compuesto por cinco camaradas pertenecientes también al Sindicato de la Confederación Nacional del Trabajo, que cuida de organizar el trabajo en el campo y en las industrias que tiene Lécera. Nombramos también a un delegado de Trabajo quien, junto con otros doce subdelegados, cuida de ir organizando el trabajo colectivo y de atender las necesidades de la columna que lucha en este frente. Todos obran, desde luego, de acuerdo con el Comité Revolucionario. 

- ¿Habéis colectivizado las tierras? 

- Ha sido un problema arduo y complicado. Mejor dicho, continúa siéndolo. Queremos que los hombres se convenzan de la bondad y ventaja de nuestras ideas. 

Hemos colectivizado las grandes propiedades y hemos respetado, hasta hoy, las pequeñas. Si las circunstancias no nos son adversas, tenemos el convencimiento de que el pequeño propietario, de por sí, vendrá a la colectividad porque los leceranos son buenos y comprensivos como lo demuestran al pasar voluntariamente al depósito común buen número de los productos recolectados. 

Actualmente se recoge el azafrán en todas las pequeñas propiedades, se desbrina en colectivo y después se almacena para el consumo y el intercambio. 

Los pequeños propietarios, que antes apenas comían, puesto que casi toda la cosecha que recogían se la llevaban los grandes terratenientes en pago de deudas contraídas, querían conservar las tierras, pero, en asamblea general, se planteó la necesidad de unir todas las cosechas y el sí fue unánime. 

Hay que respetar la voluntad de los hombres y, sin coacciones, atraerlos con el ejemplo. 

El Comité Revolucionario quiere que se conozca la labor del compañero Manuel Martínez, subdelegado social del frente de Lécera. El pueblo en masa le está agradecido. 

- ¿Hace tiempo que actúa el Comité? 

- Cerca de tres meses. El día 25 de agosto tomó posesión, estableciendo desde dicha fecha el régimen de vida comunista libertario, aboliendo la moneda en el pueblo. Se han intercambiado diversos productos con Tortosa y Reus. Para las milicias de este frente se han sacrificado cinco mil ovejas y se han consumido doscientos ochenta mil kilos de trigo. A cambio de ello el Comité de Abastos surte de todos los artículos a la población civil. 

- Sin circulación de moneda, ¿cómo se arreglan los pequeños propietarios para abastecer sus necesidades?

- Ya hemos dicho que predicamos con el ejemplo. No hay clases ni categorías. Para nosotros, el pequeño propietario que mañana, sin duda, dejará de serlo, es un productor. 

Por medio de los subdelegados de trabajo, que a la vez son delegados de barriada, se sabe perfectamente los obreros que trabajan, y el delegado de Abastos que el Comité Revolucionario tiene en el almacén de comestibles, por mediación de una libreta, entrega, por familia, lo que ésta necesita. 

El reparto se hace de la forma más equitativa -termina diciendo Navarro, presidente del Comité- y aún pensamos superarnos en todo. 

LÉCERA FUE SIEMPRE UN PUEBLO PROFUNDAMENTE LIBERAL. 

En este pueblecito ideal, por su forma de vivir y administrarse, habían vivido siempre hombres de ideas liberales. 

Se nos han contado anécdotas y episodios del siglo pasado. Sin embargo, ni la CNT ni la FAI, debido a las represiones que han sufrido, no habían dejado sentir allí la voz de sus propagandistas. 

Las ideas que encarna nuestro organismo confederal, hasta hoy, eran desconocidas allí. 

- Antes del movimiento criminal fascista -nos dicen los compañeros- existía una Agrupación de Izquierda Republicana y otra Socialista. La CNT no se conocía. 

Actualmente todo esto ha desaparecido y todos los obreros son de la CNT. 

Tenemos 512 afiliados, casi la totalidad de los obreros, de forma que es imposible constituir otro Sindicato. Existe entre nosotros gran afinidad y no hay discrepancias de ninguna clase. 

En el aspecto cultural hay deseos de crear buenas escuelas y bibliotecas. 

- ¿Hubo ataque fascista en el pueblo?

- En el interior no, mas en las montañas los combates han sido duros, particularmente en Monte Lobo, donde los facciosos perdieron muchas fuerzas. 

Durante los primeros días, todos los fascistas de la localidad, ante el empuje de las fuerzas que venían de Albacete, se marcharon, con parte del Ayuntamiento, hacia Belchite. El resto del Ayuntamiento se quedó en Lécera y pasó... lo inevitable. El pueblo hizo justicia. Desde luego, no se trataba del Ayuntamiento popular, éste había sido destituido el mismo día 19 de julio por los fascistas, nombrando uno faccioso. 

EN EL DEPÓSITO DE ABASTOS.

A poca distancia del local del Comité Revolucionario encontramos el Depósito general de Lécera. 

Este ocupa una gran sala y habitaciones interiores de un edificio llamado Salón Pompeya, que estaba próximo a inaugurarse para salón de baile. Los almacenes están repletos de comestibles, cajas de potes de leche, sacos de legumbres, bidones de aceite, grandes estibas de cajas de fiambres, etc., y en el piso superior, una enorme existencia de ropas y otros utensilios de campaña. Las provisiones son abundantes. 

En el local vimos al compañero Antonio González, de Santa Coloma de Gramanet, que ocupa el cargo de delegado general de Abastos, en Lécera. 

Se hizo lo necesario para que no falte absolutamente nada a la población civil. 

Los pueblos no entregan nada al Comité de Abastos porque antes de constituirse lo habían entregado todo. No obstante, entregan una gran cantidad de aceite, que habían almacenado. 

El Comité de Abastos -dice el camarada González- está formado por quince miembros, aparte del delegado general y un alférez de Intendencia. Todos son delegados de las centurias de las milicias, más uno del Comité local. 

La comida -añade-, como veis, la tenemos en abundancia. 

Aparte de la cuestión de víveres y ropas, el Comité no cuida de otra cosa. No tiene la menor intervención ni en el aspecto sanitario ni en las cuestiones de guerra. 

11.- BLANES.


LO QUE FUE ODIOSO LUGAR DE EXPLOTACIÓN OBRERA.

Un trecho antes de llegar a la población se encuentra la mole de construcciones de la SAFA, conocida fábrica de seda artificial. 

Cuando vemos esta fábrica, cuando conversamos con los obreros que en ella se ocupan, es forzoso evocar todo su odioso pasado: las etapas de lucha provocadas por la gerencia de esta manufactura. Trabajaba en la SAFA con capital suizo y francés, siendo también accionistas Romanones y Ventosa i Calvell. A los trabajadores se les trataba con el mayor despotismo, como si fueran siervos nacidos para aguantar toda suerte de afrentas y los mayores vejámenes; se les pagaban sueldos exiguos por las ocupaciones insalubres. Muchos perdieron la salud debido a las tareas que realizaban en la fábrica, en tanto que los accionistas veían crecer sus beneficios. 

En la SAFA ha habido tres huelgas importantes que evidencian el espíritu rebelde del proletariado de Blanes, no dispuesto, bajo ningún concepto, a sufrir los atropellos de que se le quería hacer objeto. La primera fue en 1.930; duró cuatro meses; la segunda, en 1.933, cuando se trató de poner en vigor, por el gobierno de aquel entonces, la draconiana ley del 8 de abril; la última, que empezó hace tres años, ha durado hasta el alzamiento fascista. Obvio es decir la serie de atropellos, las infames represalias de que se hizo objeto a los trabajadores, la denigrante actuación de los guardias civiles, convertidos en mastines de la compañía. Actualmente la fábrica está intervenida por los obreros, que trabajan en número de mil doscientos. Pensaban aumentar los sueldos, mas, tras detenida deliberación, comprendieron que no había llegado el momento para hacer esta modificación y decidieron percibir el mismo sueldo que antes. 

La producción normal ha sufrido por la escasez de las primeras materias. Entran en la composición de la seda artificial: pasta de papel, celulosa, ácido carbónico, ácido sulfúrico, etc. Algunos de estos ingredientes procedían de Noruega y Alemania. Actualmente los técnicos de la fábrica, que desde el primer momento situáronse al lado de los trabajadores, tratan de obtener, elaborada en la casa, la celulosa que les hace falta. De ser ello posible, resultaría el género con una reducción de un veinte o un veinticinco por ciento, repercutiendo, naturalmente, la mejora en los compradores en general. 

La SAFA es la primera fábrica y las más importante de España dedicada a la elaboración de la seda artificial. Los trabajadores, libres del yugo patronal que tanto execraban, trabajan con entusiasmo. 

Los camaradas que intervienen en el Comité de Control nos han hablado sobre algunas de las mejoras que piensan introducir en la casa, a fin de que el trabajo no resulte perjudicial para la salud. 

También quieren habilitar lo que antes fue cuartel de la guardia civil, cercano a la fábrica, para escuela de los niños y niñas de los obreros que trabajan en la SAFA y que habitan en la colonia. 

La nueva organización del trabajo.

En Blanes, la clase productora, que siente los postulados de la Confederación Nacional del Trabajo, está a la altura de las circunstancias para hacerse cargo del engranaje de la producción. 

Del ramo fabril hay en la población unas seis fábricas, que están controladas; hay también otra dedicada a la confección de correas, y la más importante de España, que se halla controlada y que se piensa incautar. La Construcción ha sido socializada. Igualmente están socializados: Transporte, Madera, Barberos, Servicios Públicos, Lampistas y una fábrica de alcohol. 

Los campesinos tienen una granja, donde piensan intensificar la cría de ganado, y el cultivo de la huerta gracias a un mejor regadío. La granja Vall Maria perteneció al patrono Ribas, encargado del servicio de transportes del muelle. Después de los acontecimientos revolucionarios, la granja ha mejorado considerablemente; el trabajo está mecanizado; cuenta con motores, un molino y 28 vacas, que dan un excelente rendimiento en leche. La granja está en período inicial de explotación, pero cuentan estos camaradas con llegar a producir grandes cantidades. 

Los pescadores estudian la forma de socializarse y son unos sesenta, dedicándose particularmente a la pesca llamada del "bou", con barcas a motor. Antes, los patronos de las barcas de pesca quedábanse con un sesenta por ciento, y actualmente son los pescadores los que perciben el sesenta por ciento, percibiendo los patronos lo restante. 

Además, estos últimos abonan, como impuesto de guerra, treinta pesetas semanales, pagando enfermedades y accidentes de los obreros. A los hospitales se envía pescado con regularidad. 

Todos los que trabajan en régimen socializado tienen el salario unificado. Perciben setenta pesetas semanales, incluidos los empleados del Municipio. Toda la socialización está en Blanes a cargo del Municipio y éste efectúa los cobros y los pagos en todos los aspectos. 

Tarea cultural. 

No se ha relegado al olvido la obra cultural. Se ha procurado por todos los medios darle al realce que necesita para que sus resultados sean eficientes, creando una mentalidad nueva en los centros de enseñanza. 

Tres edificios, que antes eran destinados a la enseñanza religiosa, han sido reformados y van a cumplir con toda eficacia la misión asignada. 

Para la Escuela de Artes y Oficios se han requisado los dos mejores edificios del pueblo. Uno de ellos para la enseñanza de música y el otro será para dibujo, modelado, pintura, prácticas de electricidad, química, física y oficios varios. Para el servicio de esta escuela hay que señalar la colaboración desinteresada ofrecida por los técnicos de la localidad. 

En el solar ocupado por la iglesia, que se quiere derrocar, se harán jardines para los niños. 

Solidaridad revolucionaria. 

Los trabajadores destinan un jornal para contribuir a los gastos de guerra y se recogen unas nueve mil pesetas semanales. 

Los trabajadores del pueblo destinan los sábados por la tarde y los domingos a obras de fortificación. Están siempre dispuestos a contribuir en lo que sea necesario al total aplastamiento del fascismo. Cuando se obra con esta disposición se es capaz de soportar las pruebas más duras. 

El proletariado de Blanes tiene unos setenta individuos bregando con tesón. Además, destacados a lo largo de la costa en servicio de defensa, hay unos 180 individuos. 

Procedentes de los pueblos de Aragón, Pina y Gelsa, cuidan a unos 110 niños, supliendo amorosamente los cuidados de los padres, obligados a partir del hogar ante el fascio destructor. 

El Municipio, eje de la economía local. 

Ya hemos indicado que todo cuanto concierne a la economía del pueblo es regulado por la Caja comunal; al encargarse los camaradas de la Caja concerniente al Municipio constataron que no había un céntimo. Verificando el último arqueo, ha dado como resultado un superávit de 78.000 pesetas. Esto da fe, de un modo elocuente, de la honradez y probidad de los que laboran por la Revolución, que contrasta con el espíritu de rapiña de los que tenían cargos en los Municipios. 

En cuanto al paro obrero, eterna pesadilla de los trabajadores, ha sido resuelto por el Municipio, ocupando a los sin trabajo en los bosques del contorno haciendo carbón. 

Se tiene establecido un impuesto, que hacen efectivo las gentes más pudientes de la localidad. 

Los camaradas de Abastos nos han demostrado que la buena marcha de una localidad depende de que ella misma procure subvenir a sus propias necesidades. "Mientras lo esperábamos todo de otras localidades pasábamos por un sinnúmero de dificultades. Actualmente nosotros nos preocupamos, por mediación del Comité, de todo cuanto atañe a esta importante cuestión y los resultados son apreciables."

10.- ARENYS DE MAR.


Pueblos y ciudades. 

Indistintamente pensamos visitar pueblos de censo escaso y localidades densas en población. Observamos constantemente que en los pequeños pueblos se han hecho grandes realizaciones sociales de tipo revolucionario más importantes que en otros sitios populosos. Quizá se deba un tanto al poco complicado engranaje de un pueblo comparado con la ciudad. 

Nos interesa lo que se ha realizado o se piensa poner en vías de ejecución. Medimos la importancia, el carácter simpático, de cuantas iniciativas se han puesto en juego para establecer una nueva era. Esto es lo que hacemos resaltar en nuestras breves informaciones recogidas entre los predios confederales, visitando unas y otras localidades. 

Ambiente social. 

Arenys de Mar es una población de 5.000 habitantes. Aunque tienen otros sectores representación, predomina la CNT. 

Son la mayor parte de militantes jóvenes animosos, optimistas. Piensan en lo que podrán hacer, e impulsan, en sus localidades, el máximo de realizaciones. 

A partir del movimiento revolucionario, que en la localidad no revistió un carácter violento, las incautaciones y labor pertinente a las circunstancias la efectuaron los compañeros de la CNT, ayudados por dos o tres individuos que, sin ser de la Confederación, se pusieron a su disposición. Inicióse la colectivización de los gremios de metalurgia y construcción. El ramo fabril, que predomina en la localidad, será también colectivizado, pero esperan las resoluciones que acerca de esta industria se tomen con carácter general para toda Catalunya. 

De momento, las fábricas están intervenidas por el Comité de Control que en cada una de ellas está constituido. Los obreros del fabril, debido a la crisis actual, trabajan tres días, y a fin de que puedan subvenir a sus más perentorias necesidades, cobran el sueldo de cuatro días. 

En esta población, nos dicen los camaradas, no existe el paro obrero, pues los que antes del movimiento carecían de trabajo hoy se ocupan por el Municipio (integrado, como en otras localidades, por elementos de las distintas tendencias existentes en la población) en obras públicas. 

El tributo de guerra. 

Los trabajadores de Arenys de Mar, comprendiendo que se deben de aunar para dar la batalla al fascismo, tienen un cierto número de camaradas en los frentes. Hay que hacer constar que las únicas organizaciones locales que han enviado elementos a la guerra son la CNT y la FAI. Es éste un detalle bastante elocuente que no estaría por demás que algunos recogieran. 

En el aspecto económico, la ayuda a los trabajadores se estipula según categoría de salarios. 

Referente a los propietarios, están obligados a satisfacer, para tributo de guerra, un impuesto sobre el capital que poseen. Se han incautado los bienes de los que huyeron. 

También se han tomado medidas especiales en lo que concierne a espectáculos, cafés, etc., que contribuyen con su óbolo al sostenimiento económico de la guerra. A tal fin se paga un sello de cinco céntimos por cada entrada o por cada consumición. 

La campaña cultural. 

En un colegio perteneciente a una congregación religiosa han habilitado unas escuelas gratuitas, con las directrices pedagógicas del CENU. 

Las Juventudes Libertarias de la localidad, interesándose por elevar el nivel cultural de la juventud, han buscado la forma más atractiva de realizar labor cultural. A tal efecto, inician veladas de cinema cultural, y visto el buen resultado obtenido piensan proseguir en su cometido. 

Las gentes adineradas tenían formado un concepto deplorable de la clase trabajadora. Para ellos, los productores eran mentalidades atrasadas, incapaces de sentir admiración por el arte, por la belleza. El mentís más rotundo lo dan los propios trabajadores, respetando las obras de arte que estaban en poder de la burguesía o de la Iglesia, respetando incluso las manifestaciones de arte religioso. 

Así, por ejemplo, en la iglesia, que sirve de garaje, fueron quemados todos los atributos religiosos, exceptuando el altar mayor, una verdadera joya de arte barroco. Hoy resulta divertido observar en la nave de la iglesia, chamuscada por el humo, una serie de automóviles de distintas marcas presididos por las primorosas filigranas del altar que los "incendiarios" supieron respetar. 

La lección del trabajo.

Había en la localidad unos cuantos jóvenes que cursaban estudios universitarios en Barcelona. Como la mayor parte de quienes han sido criados entre el lujo, consideraban con un cierto desprecio a los trabajadores. Para ellos el trabajo era denigrante y los trabajadores una especie de seres inferiores. 

Surgió el movimiento revolucionario y estos jóvenes, bajo la indicación de los trabajadores, tuvieron que aprender a trabajar. Provistos de pico y pala estuvieron unos días laborando en unas obras junto a la playa, y actualmente son auxiliares de los maestros. A buen seguro que hoy amarán el trabajo. Tras de haberse encallecido las manos, comprenderán que el trabajo dignifica al que lo ejecuta. 

Es así cómo piensa y obra el proletariado consciente de Arenys de Mar: esos obreros que, frente al mar, están dispuestos a enfrentarse con el enemigo si éste se presentara, prontos a movilizarse, como lo hicieron en ocasión del bombardeo de Roses.